lunes, 12 de enero de 2015

El bienestar, al final, es ser pobre; tenerlo todo, hasta lo que no necesitas, pero no poder disfrutarlo.

"En la ciudad las calles están muy bien dibujadas, los parques son muy bonitos pero sin niños jugando. ¿Dónde están los niños? Todos están vacíos, me extraña mucho, no sé. Y me pregunto: "¿por qué?, ¿por qué no veo a los niños jugando en los parques?, ¿por qué no veo a los niños jugando en las calles?"

En las calles no había sonrisas ni bromas ni relación, la gente estaba muy fría y seria. Todos se vestían muy elegantes; los chicos con trajes que les hacían parecerse a los actores de las películas que veía en África. Las chicas bien arregladas y bien pintadas, se parecian a las muñecas que tenía mi hermana, pero con caras serias sin sonreír.

Aquí la gente parecía que lo tenía todo, todo excepto la sonrisa y la facultad de relacionarse.

(...)

No entiendo el hecho de tener tanta gente a mi alrededor y estar tan solo. Me gustaría poder salir del piso, entrar al de mi vecino y tomar un té con él mientras vemos las noticias sin ningún prejuicio. Pero la sociedad del bienestar no permite este lujo; es fuerte tener una persona tan cerca y sentirla muy lejos, no compartir nada con ella.

El bienestar ofrece un chalet con una piscina y un jardín pero sin tiempo ni oportunidad para estar allí.

El bienestar ofrece dinero, pero con miedo que te roba la tranquilidad de disfrutarlo.

El bienestar ofrece un salón bien equipado, limpio y ordenado, donde no se reúne nadie.

El bienestar es avance que genera mucho miedo e ignorancia. Es dedicar tiempo a un desconocido internauta que está muy lejos, para que sea tu amigo, e ignorar al vecino del piso de enfrente.

El bienestar, al final, es ser pobre; tenerlo todo, hasta lo que no necesitas, pero no poder disfrutarlo."






Un inmigrante senegalés revive su viaje en patera y sus primeros años en España en el libro “3052 Persiguiendo un sueño”. Mamadou muestra con toda su crudeza esta aventura hacia un "El dorado español"  del que le habían hablado que resultó no serlo. Llegó a tierra  a bordo de un cayuco donde vivió una de las peores experiencias de su vida. Ahora, seis años después, se ha paseado ya por varias ciudades con su libro y ha creado una ONG. Con lo que consiga quiere ayudar en su pueblo, y además transmitir su historia, la realidad que tienen que vivir y sufrir los inmigrantes al venir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario