domingo, 22 de marzo de 2015

Cosas que escribimos cuando nos toca volver...

"Ya es la tercera vez que paso por esto y aun así sigo siendo incapaz de explicar todo lo que siento. Solo se que estoy loca por el desierto, por Hassilabied y sobretodo por su gente. 


No se que es... si las profundas miradas marrones, las sonrisas de los pequeños nada mas salir de casa, los gritos diciendo Ani Aniii por la ventana, a mis pequeñas jugando a las palmas o los interminables bailes... Si son las dunas o la libertad que siento al verlas y pisarlas, si son los atardeceres o despertarse porque el sol ha salido o si son las infinitas estrellas y las horas pasadas mirándolas. No si es la hospitalidad de la gente, la buena educación, el buen corazón, los apretones de mano, la adicción al té o lo que me gusta sentarme en el suelo a comer todos del mismo plato. 


No se si es que este pueblo siempre me ha dado la oportunidad de conocer a gente increíble de una manera tan intensa que te llegas a preguntar como en tan poco tiempo puedes quererles tanto. O no se si son las especias, los olores o la música presente en todo momento y que tanto te hace sentir. No se si es la diferencia de cultura, de costumbres, de valores que me hacen pensar que sentido tiene mi vida y si no la estaré planteando de una manera equivocada. Igual es gracias a toda esos amigos que sin querer me enseñan la inexistencia del reloj y menos de la prisa y sobretodo la importancia de vivir el presente, que es lo único que existe. O es el vacío que me queda al no tenerles cerca. 


Solo se que la mezcla de todo esto ha sido capaz de cambiar mi vida, y cada vez que vuelvo más me convenzo de que Hassilabied nunca va a salir de mi y que es allí donde más libre me he sentido nunca. Ahora me toca sembrar todo lo aprendido y pensar que si el final es tan duro es porque ha merecido la pena por todo lo vivido y sentido."


(Escrito en un taxi, mientras nos íbamos de nuestro querido pueblo para ir rumbo al aeropuerto.)



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