A veces uno tiene que perderse para encontrarse a sí mismo.

Porque cuando lo único que te preocupa es el segundo que estás viviendo y tu único plan es seguir disfrutándolo, empiezas a sentirte libre. Cuando ninguna obligación te mueve, cuando te olvidas del reloj, cuando la prisa deja de matar. Justo en ese momento, cuando haces lo que quieres y como quieres, empiezas a conocerte cien por cien. Es algo difícil de explicar... esa libertad te da felicidad y empiezas a entender lo importante que es marcar tu propio camino, vivir tus propios sueños. 

"Querrán cortar tus alas, que no te eleves, pero NADA IMPORTA SI EL CORAZÓN SE MUEVE, mira, la vida es breve, se te escapa entre las manos... Aquí todo cambia, todo pasa, nada queda... querrán comprarte con treinta monedas, y querrán que te arrepientas por todos tus pecados venderte la libertad y que la pagues al contado.Tu no preguntes a donde, YO SOLO ANDO POR MI SENDERO, DANDO MÁS DE LO QUE ESPERO. Y que el reloj no se detiene, todo va y viene. Si los trenes que se escapan son mentira, siempre hay otra estación donde brilla mas la vida." 



(De camino a la magnifica Ksar Ait Ben Haddou)