El té forma parte de la vida de los marroquíes. Se toma a cualquier hora y con cualquier excusa, y si te invitan a una casa no faltará nunca, como muestra de hospitalidad y respeto. Y no solo eso, en las tiendas también te lo ofrecen y no solo para regatear; nosotras nos hemos pasado horas en tiendas bebiendo té y haciendo ritmos, una experiencia que no tiene igual.
Que te inviten a un té es igual a una charla agradable, un momento en el que solo importa hablar y disfrutar de las personas que te acompañan; sirve sin duda para socializar y confraternizar. Y si nos ponemos a pensar, muchos de los mejores momentos que recordamos allí fueron acompañados de una tetera.
Al principio nos pareció curioso que haciendo tanto calor, pudiese resultar apetecible una bebida tan caliente. Pero para nuestra sorpresa, al cabo de un momento la sensación de calor desaparece y ¡entra que da gusto! Como ellos dicen, con el té caliente y la comida picante. En el fondo es lógico, si calientas tu cuerpo la diferencia con la tenperatura de fuera es menor y, por tanto, sientes menos calor. A si que, que no se os ocurra rechazar nunca un té, ya no solo por educación, si no por vuestro propio disfrute.
De vez en cuando está bien saborear esta bebida que tanto añoramos los que hemos viajado a Marruecos. Aunque sin la compañía del país vecino y sin estar allí no sabe igual... menos es nada.
Y como recomendación nuestra y sin ninguna base teórica, bebedlo sorbiéndolo, y sin cortaros, haciendo ruido! Allí no está mal visto y tenemos la teoría de que sabe mucho mejor...
Y por si a alguien le interesa, aquí tenéis la receta.
¿Qué necesitamos?
- Un puñado de hojas frescas de menta (y si es de una tienda marroquí, mejor que mejor!)
- Té verde en polvo (igual que la menta, cómo en una tienda marroquí en ningún sitio)
- Un litro de agua.
- Azúcar (al gusto del consumidor, ¡pero sin cortaros hombre!)
¿Y cuáles los pasos a seguir?
- Ponemos el agua a hervir en una cazuela.
- En la tetera ponemos el té y el azúcar.
- Cogemos el agua hirviendo y la echamos en la tetera.
- Encima del fuego lo dejamos reposar unos minutos.
- Añadimos la menta (hierbabuena) y la dejamos reposar otro par de minutos.
¿Fácil no? Ya está listo para servir. Y como bien hemos aprendido con el tiempo, antes de servir llenamos el vaso y lo volvemos a vaciar en la tetera (se supone que para mezclar bien los ingredientes). Repetimos esto otra vez y ¡ya está!. Al verterlo cuanto más alto pongamos la tetera mejor (aunque esta parte no a todos se nos de tan bien).
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