martes, 22 de septiembre de 2015

De nómadas va la cosa



Enero de 2015, este fue mi primer contacto directo con los asentamientos de los nómadas. Nosotras tenemos muchos amigos que hasta hace unos años vivían en el desierto con sus familias nómadas, pero no habíamos visitado otras zonas donde muchas familias se han asentado, han dejado su vida nómada de ir de un lado para otro, pero siguen viviendo como tal, con sus mismas costumbres.


Fuimos a hacer un pequeño reparto, aún no teníamos tantas cositas de La Prisa Mata como tenemos ahora, por lo que el reparto fue muy pequeñito (algo que solucionamos en Abril, que fue un reparto enorme y dio para mucho). Esta vez nos decidimos por una familia en concreto, una madre y su hijo pequeño Hassan, de 5 añitos, que solo se le veía corretear de aquí para allá con su sonrisa y su carita de pillo. La madre enseguida nos preparó te y nos sacó frutos secos. La verdad que no hay nada como el té bereber..


Nos fue enseñando su casa, y como vivía, como hacía el pan, como cocinaba... (claro que contábamos con los amigos que nos habían llevado y nos iban traduciendo todo). Era una pasada encontrarse en medio de la "nada" y ver como se las apañaban...
Nos contaron que vivían de lo que la gente de los pueblos les iba trayendo, verduras, agua, etc. y que en su caso había más gente que le ayudaba ya que era la única que se hacía cargo del pequeñín.


Después de pasar una mañana super agradable, haciendo puzzles con Hassan, tomando el té con los amigos, charlando con la madre... ésta nos obsequió con unos colgantes que había hecho, a modo de agradecimiento. Da gusto ver lo agradecidos que son, es algo que me sigue pareciendo increíble, esa manera de agradecerte las cosas, de hacerte saber que han pasado un rato genial y que les ha gustado que hayas ido a verles. 

Es una experiencia muy enriquecedora, el pasar la mañana, la tarde allí (no el ir verles echar una foto e irse), el sentarse, el no tener prisa por irte, el disfrutar de esa jaima en la que mires por donde mires no ves nada más, solo desierto,  el aprender de como esa madre saca adelante a su familia y los valores que te muestra..es espectacular. Nos fuimos de allí sabiendo que pronto íbamos a volver a verles, y ¡así fue! Cada vez que vamos tratamos de hacerles una visita para llevarles más cositas y para ver como crece ese bichejo ¡y su sonrisilla!



No hay comentarios:

Publicar un comentario