Se nos pasaron las horas jugando a ese juego tan simple pero tan divertido hasta que de repente aparecieron chicos un poco más mayorcitos, bastante enfadados.. los niños dejaron de jugar al instante, y por lo que nos dijeron los chicos, es inadmisible jugar con la comida, está mal, aunque sean dátiles que ya no se van a poder comer.

Sinceramente, nos resultó admirable como tienen inculcados algunos de los valores más fundamentales tales como el de no jugar con la comida, la comida es para comer.. a nosotras ni se nos pasó por la cabeza que ese juego tan inocente y con el que los niños se lo estaban pasando tan bien resultase tan fuera de lugar, pero así es, y con toda la razón además, son ellos los que acaban enseñándote a tí, son ellos los que hacen que cada vez que vuelvo aquí y veo a un niño tirando la comida, o niños haciendo trabajos en el cole que consisten en llevar pelotitas a base de arroz, y todas esas mierdas, y a sus madres que no son capaces de dejar un paquetito de arroz para los voluntarios en el banco de alimentos correspondiente.. pues me vuelve a confirmar que lo estamos haciendo MAL, muy mal, y que deberíamos fijarnos mucho más en los que menos tienen, que, casi siempre, son los que más enseñan.

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