martes, 21 de abril de 2015

De esto que vuelves y te da por pensar...

¿Tu primera vez en el desierto? No amego, ni la primera, ni la segunda... este ha sido mi quinto viaje a Hassilabied en dos años. Y es cuando pienso... joder, dos años viviendo esta locura, esta vida paralela, este sueño... viviendo la mágica felicidad de los reencuentros y la jodida tristeza de las despedidas. Dos años de contar los meses para volver, y de llorar de felicidad y de nervios cuando se acerca. 



Cinco viajes de felicidad pura, de libertad, de risas y sonrisas, de subir y bajar dunas, cantar y bailar, de nuevas amistades y de seguir con las de siempre, de abrazos, de garaje, de locuras, de algunos tragos amargos, de aprender y desaprender, de estar segura que yo quiero vivir mi vida a mi manera, de soñar con una casa de adobe y cuatro amigas viviendo cerquita, de volver y no entender muchas cosas que antes veía lógicas, de sentirme fuera de lugar en mi pueblo, de pensar que yo se lo que es sentirse feliz y otra gente no. Feliz, no por nada ni por nadie, si no por encontrar un sitio o un momento en el que sientes que no necesitas nada más, que quieres llorar y es de felicidad. 

Tengo muchas cosas que quiero hacer, sueños, viajes... pero cuando vuelvo, todo lo resumo en la necesidad de volver. De apretar fuerte la mano a mi amiga media hora antes de llegar al bus, porque un cartel nos avisa de que estamos cerca, y de apretar la mano a nuestros amigos por la puerta del bus cuando sabemos que tenemos que irnos y no sabemos cuando vamos a volver. De necesitar semanas para recuperarte a la vuelta, y no recuperarte verdaderamente, hasta que compras el siguiente avión. Es algo difícil de entender y triste muchas veces tener que estar siempre esperando y despidiéndose, pero estoy segura de que merece la pena, que siempre merece la pena



Aunque me sea más difícil conformarme con esto, aunque sienta un nudo en la tripa al pensar en todo lo que esto significa para mi, aunque poca gente logre entenderme, aunque en mi casa escuchen Marruecos hasta en la sopa, aunque rompa todos mis esquemas... merece la pena haber conocido algo que me llena tanto y que me hace sentirme tan viva

Feliz, siempre feliz por lo vivido, por lo aprendido, por el maldito destino escrito, por las cuatro, por la murciana, por todo lo que me sigo llevando, por los recuerdos, por ellos, por caer y levantar y por no querer nunca dejar todo esto atrás, por Afrika, por Marruecos, por Hassilabied y sobretodo, por su gente. Siempre feliz. "Sé feliz a tu 
manera... porque la felicidad no es lo que dicen los demás, sino lo que a ti te hace feliz."



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